Raro me resulta, porque intentas ver que no es así que nunca ha pasado nada, deseas que no lo haya pasado porque no te gusta pero no puedes evitar poner mala cara o reírte descaradamente cuando te sacan el tema a relucir y, te conocen, saben qué pasa por tu mente y qué es lo que ocurre: te abrazan por miedo; por miedo a que no puedas salir nunca de aquello. Y en ese abrazo las lágrimas se acumulan en tus ojos pero tú, siendo fuerte las retienes y te hundes más en ese abrazo sintiéndote sucia por no poder afrontar aquello, no por ti, sino por aquellos a quienes también quieres...
No me gusta esta situación, nunca me ha gustado y no sé qué hacer. Es que tengo miedo y no puedo sobrevolarlo, ahora por lo menos.
Armarse de valor, tengo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario