jueves, 12 de agosto de 2010

Me voy elevando, perdiéndome un rato.

"Me conformo con bailar un rato con la felicidad,
cantarle un blues, meterle mano, que me de un toque.
Empezar a asimilar lo raro que es todo si no estás,
andar así no hay bicho humano que lo enfoque.. "


Y si tú no estás, no vale la pena esperar más a que la noche llegue y lo arrase todo con su oscuridad; porque si tú no estás a mí lo demás me deja de importar: es así, funciono así, vivo por ti.
Me quedan días para ti, para tu sonrisa consecuente de la mía los que todavía no se han escrito. Y si tú no estás, ya ¿con qué sonrío nada más despertar y, con qué lloro al sentirte lejos? Que si no te tengo rebiento.
¿Cómo se puede estar tan cuerdo y estar tan loco por tus huesos?

Es de noche y ya no pienso, solo se me escapa tu mirada entre conversación alocada y de seria razón; es como Morfeo que te rapta el sueño y que de mí no quiere saber nada, ¿no le caeré bien? Y es que si tú no estás: vivo de noche y duermo de día.
Tengo miedo de no verte, de no escucharte, de siquiera no poder tocarte y es que enloquezco si no me haces reír mofándote de los chistes de obrero cuando me los gritas por teléfono cuando nos aburrimos, si no te cansas de decirme lo bonita que estoy nada más levantarme por mensajes y ni me ves, si me recuerdas que mis malos pelos siempre están perfectos y que necesitas oírme cantar para ser feliz a pesar de lo mucho que desafino. Pero es para decirle al mundo: ¡Eh, frena y piensa! Si tú no estás, de qué me sirve sonreír al decirme antes de dormir: ¡qué gusto da estar enamorado!
Y te voy a contar un secreto ENORME: te quiero más de lo que abarca esa palabra; mi niño, mi niño pequeño.

domingo, 8 de agosto de 2010

Ando buscando los 4 segundos que ya no me quedan.

Si quieres esta noche una terraza para pasárte las horas en vela contemplando la multitud de estrellas, tienes mis brazos como lugar; que observamos como alelados tan juntos en medio metro cuadrado. ¿Y ellas? las estrellas de nuestra noche, la que nos miran de cuclillas cómo cuando me abrazas y todo lo demás da vueltas y comienza a desaparecer poquito a poco llevándose mi razón consigo...
Eh, oye tú, escucha esta noche el sonido del silencio que nos rodea es la mejor melodía jamás compuesta, y desde el suelo sonriente enredarme en tu boca un laberinto del que salir no sé.
Blanca es, le gustaba llamarme así y yo no se lo reprochaba, es más me hacía sentir mucho más especial, completamente distinta: mejor, a su lado.
Única cuando me abraza por detrás; única cuando me da un beso en la frente; única cuando me peina el flequillo que tanto adora; única cuando me enseña sus dientes en forma de sonrisa; única cuando se acerca a mí y me roza la mejilla con sus labios y me pone nerviosa: él lo sabe; única, única, única como el mar hace sentirse a las olas...

"Y hace tiempo que no creo, que no creo en nada. No me traigo cosas dulces a la cama, que no soy yo, que yo soy tú y tú no..., no me quieres ver ni en broma, en broma te digo quiéreme. Como una apisonadora arrasas con todo lo que ves."

jueves, 5 de agosto de 2010

Ni lo mínimo cuerdo.

Amamos a aquellos que nos hacen daño y hacemos daño a aquellos que nos aman.

Siempre se ha dicho y probablemente se seguirá diciendo es que imposible es querer dos personas a la vez, pero un caso entre cien siempre sucede e inevitablemente una odia que la toque sufrir tal calvario. Es necesario que el destino lo escriban tus decisiones aun no siendo siempre así, pero demasiadas: te reducen a cenizas.
El dolor te envuelve si adoras cada curiosidad que se guarda en una mente creciente y te fascina el cariño que se coge a una ya madura. Lo siento, es complicado.

He sido un bicho raro toda mi vida y no me arrepiento por ser distinta y que me gusten los pequeños simbolismos que te hacen sonreír. Por conseguir escenificar en mi mente cada mínimo pero imprescindible detalle de la maravillosa aunque no siempre justa vida que nos aguarda; para mi peculiaridad que me suele distinguir a mis ojos.

Supongo que estaré loca si espero mientras crezco a un compañero sencillo por todo exceptuando el querer a su destinataria con tantas diferencias pero a la vez tan similar. Una mejor amiga a la que amar tanto un domingo por la mañana recién levantada y la cara sin lavar como un odioso y cargante jueves en el que solo quieres llorar al lado de quien quieres para descargar todo el peso que te cierne después de una larga jornada. Que ame cada movimiento insignificante como comer o verme dormir con el sueño cayendo con fuerza sobre los párpados. Alguien a quien no tengas que pedirle un abrazo y que te lo dé sin más, capturando cada rubor y escalofrío que se escapa entre cada par de brazos al estrechar tu complementación del alma. Amar sin fronteras cada atisbo de sonrisa que corre por la comisura de tus labios al saber cada amanecer quien te espera para hacerte feliz el resto de tus incontables mañanas sin ningún regalo más a cambio que el de ser igualmente amado, está allí junto a ti, con un nuevo día en el bolsillo.
Claro que, tres cuartos de mi vida aún están por descubrir. Amar así, solo sucede una vez, y yo ya estoy sumergida en ello; pero el miedo probablemente no se irá.

Son pequeños detalles de madrugada.